Siendo mañana el Día Internacional de la Mujer cuyo tema es "las mujeres en un mundo laboral en transformación", se ha propuesto un paro internacional de mujeres, es decir, un detenimiento de las labores que desempeñan para demostrar la importancia de su presencia en los ámbitos de trabajo remunerado o no remunerado, y, en este tiempo asistir a plantones, marchas u otras actividades para exigir los derechos que aún se transgreden.
Como es de costumbre, en cada visibilización de luchas femeninas aparece un fenómeno de opacarlas o transgredirlas por razones de misoginia. Un claro ejemplo es que para el 8 de marzo se hayan programado marchas de proselitismo político en el Ecuador. Pero para no entrar en controversias hablaremos de una campaña que se está promoviendo en otro país, a cargo de un grupo que dice estar a favor de la vida y la familia (siendo además abiertamente homofóbico) y que ha convocado a que las mujeres no paren.
No compartiremos el nombre del país, ni del grupo, ni las imágenes; solamente transcribiremos sus postulados y analizaremos cada uno de ellos.
A continuación, enumeramos las razones que dicho grupo propone para NO hacer paro, acompañadas de un análisis desde la psicología y con perspectiva de género:
Como es de costumbre, en cada visibilización de luchas femeninas aparece un fenómeno de opacarlas o transgredirlas por razones de misoginia. Un claro ejemplo es que para el 8 de marzo se hayan programado marchas de proselitismo político en el Ecuador. Pero para no entrar en controversias hablaremos de una campaña que se está promoviendo en otro país, a cargo de un grupo que dice estar a favor de la vida y la familia (siendo además abiertamente homofóbico) y que ha convocado a que las mujeres no paren.
No compartiremos el nombre del país, ni del grupo, ni las imágenes; solamente transcribiremos sus postulados y analizaremos cada uno de ellos.
A continuación, enumeramos las razones que dicho grupo propone para NO hacer paro, acompañadas de un análisis desde la psicología y con perspectiva de género:
- Para que ya no haya abortos.
- Porque defiendo la vida desde la concepción.
Al ser un grupo que se hace llamar pro-vida y pro-familia es evidente que argumenten que la vida inicia en la concepción y su lucha (al igual que la de otros pro-vida) termina cuando el embarazo llega a su término y el bebé nace. Los abortos se realizan en células fecundadas y embriones que no fueron planificados ni deseados y que, por ende, tras su nacimiento terminarían abandonados o recibiendo maltratos y abandono emocional. Por otra parte, que los abortos sean legales o no, penalizados o no, no cambia que se sigan practicando y la única diferencia radica en las vidas salvadas o perdidas de las mujeres.
- Porque amo a mi país.
- Para que mi país avance.
- Porque la violencia es un tema de actitud y no de género.
El discurso de quienes están en contra de la igualdad de derechos para la mujer saben cómo camuflar la misoginia mediante la invisibilización, en este caso, niegan la violencia de género pintando la epidemia como una cuestión de actitud. Como psicólogos sabemos bien que si de verdad la violencia fuese una cuestión de actitud, podríamos trabajar en su simple modificación, y de ser así, con los años que tiene la psicología como ciencia, la violencia ya habría sido erradicada del mundo. ¿O será acaso que al mencionar la actitud no están hablando de agresores sino de víctimas? (el típico "algo habrá hecho" que da a entender que la solución a la violencia es evitar decir o hacer algo que nos convierta en víctimas de agresiones).
- Porque no soy feminista y sí femenina.
Está ya bastante normalizada la mentira de la dualidad feminista/femenina. El movimiento feminista, conocido desde el sufragismo tiene ya 169 años, surge aquí, en las campañas anti-sufragistas la imagen de la feminista como antónimo de feminidad, cuyo objetivo era inculcar miedo en mujeres y hombres para que no se involucren en las luchas. Al día de hoy, este estereotipo se ha mantenido y promovido tanto que continúa sirviendo como campaña anti-feminista.
- Porque los hombres no son mis enemigos.
Otro estereotipo manipulador es este que pretende evitar que las mujeres luchen por sus derechos al pintarlos de odio hacia los hombres. Se entiende perfectamente el miedo que tienen muchos hombres al ver cada vez más cerca la pérdida de los privilegios que tienen a costa de la opresión de las mujeres. Es decir, se entiende perfectamente que los hombres vean una enemiga en una mujer que lucha por romper esa opresión, pero al no ser conveniente confesarlo, lo tergiversan diciendo que es esa mujer la que ve en el hombre a un enemigo.
- Para que no toquen mi fe.
Las religiones han oprimido y continúan oprimiendo a las mujeres porque éstas se han escrito con la finalidad de promover su sumisión. Nuevamente, que una mujer sea consciente de esa opresión y quiera romperla o eliminarla la convierte en una enemiga de los intereses de la religión.
- Porque soy fuerte.
- Porque no soy víctima.
No se entiende la intención de ligar debilidad con hacer paro y fuerza con estar contra de este. Tal vez se deba a la mala propaganda de la victimización de la mujer. Según Coral Herrera Gómez el feminismo ha fracasado en el terreno del marketing porque se ha dado prioridad a visibilizar a mujeres víctimas de violencia en lugar de también mostrar a mujeres empoderadas, y por ello se piensa que el movimiento no busca el empoderamiento; de allí que muchos afirmen que la "fuerza" es de "mujeres normales" y no de mujeres que hacen paro.
- Porque pienso.
En el paro encontraremos mujeres que están ahí porque tras haberse quitado una venda de los ojos son conscientes de las opresiones individuales y colectivas por las que aún se debe luchar. Porque piensan diferente. Este postulado resulta bastante manipulador, puesto que implica que nadie querría ser vista en el paro o sería juzgada de que no piensa, cuando la realidad es que, reiterando, las mujeres que estarán ahí piensan diferente.
- Porque soy generadora de vida.
Generar vida (gestar) es la función biológica única del sexo femenino, aunque esta función no la tengan el 100% de las mujeres. No todas las mujeres que pueden y quieren gestar o que incluso ya tienen hijos se oponen al aborto y no todas las mujeres que no pueden o no quieren hacerlo o no tienen hijos lo apoyan. Nada tiene que ver, puesto que la capacidad biológica reproductiva no determinan los pensamientos como sí lo hacen la cultura, la religión, la educación, las leyes, las vivencias personales, la economía, la psiquis...
- Porque debo ser ejemplo de trabajo.
El paro no será posible para todas las mujeres, puesto que, detener su trabajo remunerado o no remunerado podrían traerles consecuencias negativas. Esta es otra opresión, no necesariamente un deseo de "ser ejemplo de trabajo". Además, ese trabajo es posible hoy, porque hace décadas hubieron mujeres que hicieron paro para conseguirlo.
- Porque mis hijos me necesitan activa.
- Porque al parar no sumo sino que resto.
Esta es una realidad que al mismo tiempo puede ser una opresión para las mujeres, los hombres y los niños. A la mujer la sociedad le ha otorgado el rol exclusivo de cuidar a los hijos y ha permitido que el hombre sea una figura ausente en la parentalidad. Desde esta postura está justificado que sea mal visto que una madre asista al paro, incluso si el padre permanece en el hogar cuidando a los hijos, la sociedad se escandaliza porque la madre "es mala" y los hijos no estarían bien con alguien que no sea la madre, o la abuela, o la tía, o una niñera... quien quiera excepto el padre.
- Porque no quiero ser hombre.
Este postulado puede atribuirse al hecho de la sociedad se ha acostumbrado a los paros de trabajadores hombres, estudiantes hombres, profesores hombres, jubilados hombres... porque al pertenecerles el espacio público desde hace años atrás está normalizado también que protesten en este mismo espacio. Un paro de mujeres en cambio implica pensar que ellas están abandonando sus hogares u oficinas, es decir, espacios privados para salir a un espacio que no les pertenece. Hacer un paro no nos convertirá en hombres en lo absoluto pero si hará que la gente que se cierra a la idea del paro de mujeres lo señale como un comportamiento de hombres.
Para finalizar esta entrada, aclaramos que nuestra intención al hacerla ha sido desenmascarar un fenómeno social de manipulación que se ha presentado en esta campaña que se opone al paro de mujeres y esperamos aportar a nuestros lectores un conocimiento más, una mayor consciencia de lo que ocurre en la sociedad y un arma más para la lucha.
Está genial. Me parece importante compartirlo en las páginas donde se hizo esta campaña.
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